martes, 31 de mayo de 2016

FUNCIONES Y DIFERENCIAS ENTRE LA POSICIÓN ECONÓMICA Y LA FINANCIERA (EQUILIBRIO ECONÓMICO-FINANCIERO)

Los Estados Financieros de una compañía tiene como objeto principal proporcionar información a diversos usuarios externos (accionistas, proveedores, clientes, potenciales inversores, entidades financieras...) sobre la situación económica, la situación financiera y patrimonial, así como su capacidad de generar efectivo.
Veámoslo a través de este gráfico:

La posición económica de una empresa se define como la capacidad que tiene ésta de generar, y potencialmente retener, beneficio durante un periodo determinado. La posición económica se comporta, por tanto, como una variable flujo que se determina periodo a periodo, y nos expresa el flujo de riqueza generado en un periodo de tiempo.
La posición económica de una empresa se analiza a través de la cuenta de resultados que nos determina el beneficio generado calculado por diferencia entre los ingresos y los gastos. Siendo el Beneficio el motor de la generación de riqueza de una compañía, el análisis económico es una expresión de su mejor o peor estado de funcionamiento.
Este análisis económico se realizara en términos relativos a través de los llamados ratios de rentabilidad.
Por posición financiera entenderemos la capacidad que tiene una empresa, en un momento determinado, de afrontar adecuadamente sus vencimientos a corto, medio y largo plazo. El análisis financiero se concibe como una variable fondo, y se evalúa a través del Balance de Situación de una empresa, que en su formulación conceptual, tal como vemos, nos muestra dos situaciones simultáneas:
  • Situación financiera.
  • Situación patrimonial.
Patrimonio neto = Activo total - Pasivo (deudas con terceros)
En efecto, por un lado nos expresa la posición financiera, es decir, qué activos tiene la empresa para hacer frente a las deudas, y por otro lado, cuantifica simultáneamente cuál es el valor de la riqueza patrimonial contable de la compañía, es decir, su situación patrimonial.
La posición económica y la posición financiera de una empresa determinan conjuntamente su posición económico- financiera; el guión que vincula los dos términos de la expresión económico-financiera es la suma de ambas, ya que son de naturaleza diferente y no sumables. Es más, la posición económica y financiera estarán, por lo general, en conflicto entre sí, lo que exigirá un arbitraje permanente de la dirección financiera, en el marco de los objetivos generales de la empresa.
No obstante, como ya se ha indicado anteriormente, la mejora interna de la posición financiera hay que buscarla en la posición económica. En otra palabras, si una compañía no es capaz de generar riqueza de manera sostenible en el tiempo, tenderá a desaparecer una vez agote todas las aportaciones de capital que hayan hecho los accionistas.
En sentido contrario, si una compañía no tiene una adecuada estructura de financiación, puede ser que sea capaz de generar excedente, pero sin embargo, tener tensiones de liquidez que supongan la desaparición de la empresa por "estrangulamiento financiero"
Por último, definimos por posición de tesorería, la capacidad que tiene de generar flujos de efectivo en un periodo de tiempo, entendidos éstos, por la diferencia entre los aumentos y las disminuciones de tesorería, es decir, diferencia, sustancialmente, entre cobros y pagos.
La capacidad de generar efectivo se analiza en el Estado de Tesorería, un estado financiero, relativamente novedoso, que trata de explicar la variación habida a lo largo de un ejercicio, de la tesorería y lo que se denomina "unidades equivalentes a la tesorería", clasificando los distintos orígenes (cobros) y destinos (pagos) en tres grandes apartados:
  • Las actividades corrientes.
  • Las actividades de inversión.
  • Las actividades de financiación.
Equilibrio económico-financiero
Visto lo anterior, podemos decir que la evaluación de la "salud" económica-financiera se hace a partir del análisis de los tres estados vistos anteriormente. Una lectura pausada y comprensiva de dichos estados financieros, permitirá tener una idea concreta de la situación actual de la compañía, de la evolución pasada de las principales magnitudes, que debería permitir una mejor aproximación sobre el comportamiento futuro esperado de la empresa.
Cualquier empresa trata de conseguir diversos objetivos desde el punto de vista de la perspectiva económico-financiera que van asociados, generalmente, a la gestión adecuada de la relación rentabilidad-riesgo-liquidez.
Esquema:
Este esquema lo que nos viene a decir es que desde la dirección financiera, deben ser capaces de encontrar un punto de equilibrio que nos permita satisfacer la liquidez, maximizando la rentabilidad con el menor riesgo posible.